Quienes somos
BAFA nace en el año 2020 como un proyecto formativo integral que apunta a consolidarse como una alternativa a los modelos de formación deportiva ya existentes. Nuestra intención es que tanto la formación deportiva como la educación académica vayan de la mano y estén guiadas bajo una visión holística. Asimismo, apostamos por un enfoque interdisciplinario, el cual permita a las personas involucradas en el proceso formativo del talento contar con herramientas óptimas para acompañar su desarrollo.
MISIÓN
Contribuir al desarrollo de seres humanos conscientes a través de la práctica del fútbol, con un enfoque interdisciplinario y bajo una visión integral y holística.
VISIÓN
Convertirnos en líderes en la promoción de talentos y formación de futbolistas inteligentes, a través de nuestra metodología de trabajo y un ecosistema de creatividad e innovación.
VALORES
Cultura del esfuerzo - Espíritu de equipo - Inteligencia emocional - Respeto
Objetivos
● Generales:
o Guiar el proceso de iniciación deportiva en edades comprendidas entre 5 y 19 años en CABA.
o Fomentar la práctica del fútbol como herramienta social e integradora.
● Específicos:
o Detectar talento deportivo en las instituciones deportivas de CABA.
o Desarrollar una metodología de trabajo ecléctica y un ecosistema de creatividad e innovación.
o Complementar la formación del talento a través de una educación integral y holística.
o Trabajar de manera interdisciplinaria con los padres de familia para dotarlas de herramientas que le permitan acompañar el proceso formativo de sus hijos.
Fundamentación
̈...No veremos jugadores creativos, si los entrenadores no son capaces de formarlos en esa dirección. La carencia del entrenador será la carencia de su dirigido... ̈ (Castaños, 2017, p.232).
Consideramos que el futbolista del futuro debe ser creativo e innovador, capaz de encontrar soluciones cada vez más eficaces y menos complejas, que le permitan atreverse a improvisar sin temor a equivocarse, recreando lo que ocurría en el potrero donde... el chico... respondía a una exigencia de la sociedad que lo obligaba a la picardía, al atrevimiento. Y jugaba al fútbol de la misma forma... ̈ (Menotti, 1986, p.58).
Para lograr este objetivo apostamos a un proceso formativo en donde los jugadores no aprendan de manera automática sino que crean en una idea y se conviertan en propietarios de ella. Es decir, apuntamos a formar futbolistas inteligentes.
̈... la picardía se prepara pero también se improvisa. Una es creatividad estratégica, la otra solo intuitiva. Ambas, cada una con su método y su forma, son entrenables. Un jugador no puede ser pícaro, si antes no es creativo. ̈ (Castaños, 2017, p.213).